BEJUKOTAI – בחוקותי
Haftará Jeremías 16:19-17:14
Brit Jadasha Mateo 22:1-14
Cuando tú, oh hombre mortal encargado de enseñar a tus hijos los modos de proceder entre los hombres, le dices a tu hijo:
- Si haces esto y esto y aquello, entonces sucederá que tu vida será feliz y exitosa…
- Mas si no lo haces, serás un hombre triste y lleno de problemas.
Tú estás haciendo lo que Adonai hace con Bnei Israel (los hijos de Israel) en esta parasha:
Si nos encamináramos con todo nuestro corazón y nuestras fuerzas en sus caminos y por ende honramos sus decretos para ser como El ordena que seamos “Sean santos puesto que yo soy Santo”, las más ricas bendiciones estarán con nosotros.
De todos los mencionados, hay una que las resume: la Shejina (presencia de Adonai) estará en medio nuestro y esto nos distinguirá y esto nos distinguirá como Su pueblo.
Ahora bien, la historia de Israel, duramente ejemplifica lo que sucede cuando nuestro corazón se aparta en paz de lo vacío. El desastre, la humillación, la decadencia, el derrumbe golpea nuestras vidas.
Esto nos muestra que Adonai es D-os terrible, cuya vara no se detiene ni aún por su Pueblo Amado, más como tú, hombre castigas a tu hijo por su bien, El nos castiga por nuestro bien.
Si abres los ojos del corazón, verás que Eretz Israel (la Tierra de Israel) no ha albergado en paz a ninguna nación durante del pueblo de Israel.
Mas ¿por qué ahora tampoco? Como nos cuenta Yeshua HaMashiaj, Maljut HaShamaim (el Reino de los Cielos) nos espera, todos son bien recibidos, mas no todos escogidos.
Los tiempos de la gran boda han llegado, la tierra de Israel ha descansado del oprobio de Bnei Israel hacia Adonai. El novio (Yeshua HaMashiaj) otra vez está presto llamando a la novia (Kahal Israel, la Comunidad de Israel) y los invitados esperan pacientes (las naciones).
“Si te encaminares en los mandamientos de la Tora, con los ojos del Mashiaj, Israel, serás esposa . y tendrás paz, gozo y bienaventuranza”.
Con inmenso amor
Iosef Shemi
Rabino Mesiánico
BEJUKOTAI (2)
El final del libro de Vaikra nos introduce en el asunto preponderante de las miztvot, mandamientos: zajar vehonesh, recompensa y castigo.
Aparentemente las mismas estarían relacionadas con aspectos fisicos, como la producción o habitar la tierra prometida, o la expulsión y el hambre, sin embargo no se debe dejar pasar por alto la promesa de que Di-s pondrá en nosotros su morada.
Este es el punto mas alto de la experiencia del hombre en la creación, que los mundos creados se unifiquen.
Todo el esfuerzo que podemos realizar, todo la expectativa de lo que podemos alcanzar no es mas que la plenitud del
Espíritu, la cual se logra cuando Di-s reside en nosotros.
Parece que no tenemos opción verdad? Israel ha sido formado para vivir la Tora, y si no lo hace Di-s lo arrincona y lo lleva
a ello…esa fue la acción de Yeshua llevando a su pueblo a la Tora, uniendo escuelas y grupos, mostrando senderos para alcanzar el bien para todos y cada uno, esa debe ser nuestra meta, como sus discípulos.
La vivencia de los mandamientos nos cubre frente a la calamidad que viniere, nos hace aceptos a Di-s y nos da vida interior, el mayor tesoro del hombre.
Con inmenso amor
Iosef Shemi
Rabino Mesiánico