KI TETZE – כי תצא
Haftará: Isaías 54:1-10
Brit Jadasha: Mateo 5:27-30
Estamos frente a una de las Parashot (plural de parashá) más significativa para nuestros tiempos. Vivimos en la Argentina una crisis que si bien nos golpea desde lo económico, sabemos que tiene su raíz en lo moral y en lo ético.
Podríamos decir que como sociedad estamos divididos, como nación nos estamos a punto de desmembrar, sin embargo y más allá de números estadísticos que señalan el dolor de muchas familias debemos entender que la crisis es producto de la relativización de los principios espirituales.
La Torá nos muestra en esta Parashá la necesidad de respetarnos unos a otros, de velar por el de todos los hombres y mujeres que componen este país y sobre todo por aquellos que menos tienen y que no deben ser olvidados ni marginados.
Este no es solo un llamado a nuestros dirigentes, sino a nosotros mismos como seguidores del amor que profeza nuestro Mashiaj Yeshua. Como Comunidad estamos comenzando a organizarnos y una de nuestras prioridades es que el amor entre javerim (compañeros) se haga concreto ante las necesidades concretas y espiritual ante las necesidades espirituales.
Algo debe distinguirnos como Judíos Mesiánicos y eso es el ahaba (amor) que nos prodiguemos entre nosotros, judíos y gentiles, aunados en un mismo fin: Vivenciar las justicias de la Torá con los ojos de Yeshua HaMashiaj.
Iosef Shemi
Rabino Mesiánico
Ki Tetze (2)
Para que una sociedad pueda llamarse justa, debe estar compuesta por ciudadanos que comprendan la intención de D-os para con los hombres. El paso posterior a la comprensión de esta intencionalidad es la concreción de la misma, para ello la sublimación y reeducación de nuestros impulsos es lo que se requiere.
A lo largo de toda la parashá nos encontramos con situaciones que nos avergüenzan como sociedad humana, la cual es: el desamparo del débil.
La Torá, iniciando un camino de corrección a esta situación, nos ira dando ejemplos y circunstancias propias de las relaciones interpersonales, y por lo tanto, al ser interpersonales se vuelven atemporales.
Ejemplificando con temas como la devastación del impulso sexual del hombre sobre la mujer en condiciones extremas como la guerra, el abuso sobre la vida de los animales, la exclusión de los más alejados al poder como el huérfano, la viuda y el extranjero, D-os nos llama a la ejecución de su amor en estas áreas.
Todos los pueblos de la antigüedad se caracterizaban por seguir estas conductas propias del impulso del mal. D-os le enseña a Israel qué es lo que quiere del hombre, tal que, Israel viviendo bajo esta norma se convertirá en ejemplo para la humanidad.
Estamos en camino a ello. A modo de ejemplo, cuando a Yeshúa HaMashiaj en su visita a Yerushalaim le traen a un hombre y una mujer en situación de adulterio, y le preguntan en cuestión de Torá que deben hacer, su respuesta es escribir en la tierra (D-os dio la torá escribiéndola con su dedo en las tablas de piedra), y luego su magistral pregunta: ¿Quién esté limpio de pecado (refiriéndose a la pureza sexual en pensamiento y obra) que comience a lapidar a esta pareja?.
Con esto nos enseña que la Torá escrita es sólo vivida por aquel que domina su impulso al mal. Y como todos estamos en ese camino y no hemos llegado aun a la meta, es que necesitamos leerla con el Ruaj Hakodesh (Espíritu Santo) para poder entenderla y vivenciarla.
Por esto es que al recibir la kapará (expiación) por medio de Su sangre, siendo el sacrificio perfecto aceptado por D-os a fin de hacernos puros, es que comenzamos a través del Ruaj HaKodesh a reeducar nuestro impulso del mal.
El amor de D-os para ti Israel es atemporal, y nos espera, para que vivamos todos los caminos de la Torá en el Nombre de Yeshúa HaMashiaj.
Iosef Shemi
Rabino Mesiánico
Ki Tetze (3)
“Si vieres el buey o el cordero de tu hermano no le negarás ayuda….si lo vieres caído no le negarás tu ayuda..”
Estos versículos de la Tora estan diciendo con que kavana, intención, debemos vivir en la sociedad.
Ver el animal de carga o trabajo extraviado o verlo caído, por exceso de cargo se interpreta, y no asumir la responsabilidad de ayudarlo es negar uno de los mandamientos mas importantes: amar al prójimo como a ti mismo, puesto que ayudando al animal ayudamos también a su dueño.
Todos somos responsables del bienestar de las personas, los animales y las plantas, es decir, de todo ser vivo. Asimismo como co-creadores con HaShem del universo somos partícipes del cuidado que implica la creación, y por ende, partícipes de la kedusha divina….por ello cuando estamos frente a una necesidad o a una injusticia nuestro actuar demostrará si realmente somos dignos del amor divino. Presenciar una necesidad o una injusticia y no reparar en el momento la situación, interviniendo por amor al cielo y bajo los mandamientos de la Tora, es mirar a para otro lado por no querer involucrarnos y dejar la responsabilidad de los hechos en los otros.
Recordemos las palabras de Yeshua HaMashiaj: el segundo y gran mandamiento es amor al prójimo como a ti mismo…que así sea nuestro actuar en la circunstancia en que vemos la necesidad o la injusticia haciendo como quisiéramos que sea con nosotros, poniéndonos en el lugar del otro y no escondiéndonos de la responsabilidad que nos toca.
Iosef Shemi
El Rabino