Parashot Behaloteja – 5781

El pueblo ha sido organizado alrededor del Mishkan, tabernaculo, cada tribu sabía donde debía situarse, cada familia conocía su lugar, y Moshe con Aharon y los suyos tambien…la tribu de Leví era de todas la mas cercana al centro, al Mishkan. Llegaba el momento de iniciar la travesía desde Har Sinai, Monte de Sinai,  a Eretz Israel, la tierra de Israel…con el jubilo de la Tora y la Revelacion publica que hizo Bore Olam, el Cread-r…y como si esto fuera poco, sobre el Mishkan una columna de fuego  y una de nube… y cuando la nube se elevaba el pueblo sabia que debía partir…y cuando descendía sobre el Mishkan sabía que debía acampar allí.

Y al iniciar la marcha, un sector, denominado los erev rab, la multitud que se adhirio a Israel en Egipto comenzo una revelión … extrañaban Egipto por lo que allí tenían: carne, pescado, verduras…siendo que Bore Olam les daba el Man, pan del cielo, todos los dias …cuyo sabor era el del deseo de comida de cada uno.

Bnei Israel , los hijos de Israel, pronto se sumaron…queremos basar, carne…interpretado místicamente como idolatria sexual. La Shejina , presencia de HasShem, protegía a todos…no les faltaba nada en la travesía, incluido el calzado y la ropa…sin embargo se sumergieron en su pasado, en la esclavitud de Paroh, el Faraon, en el egoismo. No tuvieron el valor de adentrarse en el desierto, la  nada del si mismo, aun sabiendo que eso les conducía a la Tierra Prometida.

Así podemos ver que Bore Olam nunca se oculta, sino que nos cubre con su Poder, y si estamos entregados a El nada nos detiene, pero si aun siendo cubiertos con Su Presencia insistimos en vivir con Paroh, el egoismo, entonces el hombre cae en la tristeza de un pasado supuestamente mejor y efimero…y en vez de gozar con la Voluntad Divina, Ratzon Adonai, la siente y percibe como peligrosa e incierta…y aun así Bore Olam lo sigue guiando hacia la Tierra Prometida.

Claramente Yeshua HaMashiaj expreso que la Tierra la heredan los humildes y modestos de corazón, aquellos que en detrimento de su egoismo, se dejan llevar por la Voluntad Divina.

Con  inmenso amor
Iosef Shemi
Rabino