MATOT – מטה
Haftará: Jeremías 2:4-28; 3:4
Brit Jadasha: Filipenses 3:12-16; Santiago 4:1-12
Moshe enseña la importancia de respetar nuestros dichos y nuestras palabras, al asignar que las promesas que se hacen deben ser cumplidas.
Esto implica que la palabra y el pensamiento como propósito de una futura conducta en si mismos tienen un valor tan significativo que pueden abrir y cerrar caminos, llevarnos a sendas correctas o hundirnos en trivialidades.
Pero, mas aun cuando decidimos hacer o no hacer determinadas cosas en Nombre de Di-s, nuestro compromiso por cumplirlo debe ser extremo, pero no definitivo.
En esto , la Tora hace una distinción entre el hombre y la mujer.
El varón no debe pedir ni esperar autorización de nadie para formular el voto, sin embargo la mujer es puesta bajo la dirección del marido o del padre.
Podríamos pensar que esto se debe a que , como sin mucha justificación se plantea siempre, el hombre tiene privilegios frente a la mujer, o que la redacción del texto bíblico posee connotaciones hoy día denominadas machistas, es decir, excesivamente varoniles.
En realidad, en este como en otros muchos textos, con gran sabiduría la Tora nos dice que como existen diferencias entre lo masculino y lo femenino, y siendo esto lo que prima entre el hombre y la mujer, entonces para cada uno hay una disposición diferente.
En el caso del varón, cuya acción esta generalmente precedida por el análisis lógico y la elaboración , se espera que antes de prometer un voto lo haya pensado previamente.
En el caso de la mujer, que por constitución inherente a su función en la propagación de la vida, antes de actuar el procesamiento no es lógico sino emocional, cuyo impulso momentáneo la puede llevar a tomar para si una exigencia que luego no puede cumplir.
No significa esto que el hombre es mas estable que la mujer, sino menos emocional a la hora de conducirse, y a su vez la mujer es mas profunda en aspectos sentimentales para la comprensión de los sucesos.
Es por esto que hemos sido creados hombre y mujer y que la complementación es tan necesaria, ya que uno pone limite al otro y uno completa al otro.
El desafío que nos queda es que, al hacer un voto, sumemos la lógica del varón con la emocionalidad de la mujer, y si lo hacemos entre esposos mejor aun.
Recuerde las palabras de Yeshua HaMashiaj:”…nadie se prepara para la guerra sin saber como y cuales son sus fuerzas”. De la misma manera, unamos la lógica y la emoción en nuestras familias para seguir los dictados de Di-s.
Con inmenso amor,
Iosef Shemi
Rabino Mesianico
MATOT – Mases – Tribus, Jornadas
La Torá nos hace un recuento de toda la travesía por el desierto desde la salida de Mitzraim (Egipto) hasta la llegada del Iordan (río Jordan). Algunas de estas estaciones fueron de un día o una noche, otras por años, siendo que el total del camino se puede completar si se quisiera en once días. Pero como Adonai decidió que la generación saliente de Mitzraim no estaba preparada para ingresar a Eretz Israel (episodio de los doce espías), fueron cuarenta los años a estar en el desierto. Por otro lado, no les faltó ni el sustento material ni el espiritual. El man los alimentó y el agua siempre que se necesitó, apareció. Este milagro de la subsistencia de los Bnei Israel (Hijos de Israel) se contrasta con la mitzva de expulsar a los habitantes de Canaán y así asentarse en la Tierra. ¿Cómo es que Adonai con unos es tan misericordioso y con otros tan severo? Israel recibió la Tora, la iluminación para el hombre, un solo D-os amoroso y justo que demanda humillarse ante El; esto es lo que contrasta con los pueblos de Canaan sumidos en la idolatría y sus consiguientes conductas alejadas de la pureza exigida al hombre e imagen del mismo D-os (kedusha – santidad). Adonai aclara a Bnei Israel que no hagamos lo que ellos hacen, porque sino seremos también expulsados. Nuestra haftará nos trae a este punto, Bnei Israel en vez de unirse a la kedusha, se unieron a la idolatría. Irmiahu eleva la voz tronante de D-os: “Israel, has dejado a aquel que te condujo por el desierto, que te dio el agua viva para que seas bendito y lo has dejado por la idolatría”. Idolatría representada por el culto a dioses con imagen de madera, piedra o hierro; idolatría que proponía un dios por ciudad. Ahora, el mismo mal que trajo Adonai a Canaán, lo traerá a Israel; Yehuda será destruida y el destierro se asoma. Sin embargo el nabí (profeta) llamará a la nación a hacer Teshuva (arrepentirse). “Vuelve a mi con verdad, justicia y rectitud (veemet mishpot ubetzedaka). “Aquellos valores básicos de la Tora es lo que podría hacer volver a Israel. Sabemos que al ser destruido el primer Beit Hamikdash (Primer Templo) y pasado el destierro en Babilonia, de nuevo Israel se asentó en la Tierra. En ella el Mashiaj mostró el valor de su existencia. En un juego de palabras, se presenta a una mujer de Samaria como “el agua viva”. Refiere a los samaritanos como errados en el camino (mezclaron principios de la Tora con cultos paganos), y los impulsa a adorar lo que “nosotros adoramos” (el pueblo de Israel) de la manera en que lo hacemos (en espíritu y verdad). Agrega “la salvación viene de los judíos”. Israel volviendo al camino de Adonai se convierte en redención para las Naciones, puesto que “el agua viva”, aquello que sostuvo al pueblo en el desierto, y que fue abrumada en nosotros nos calma la sed de vida eterna, es el Mashiaj, es Yeshua HaMashiaj. En esto los judíos mesiánicos estamos firmes, puesto que nuestros corazones son guiados a las veemet mishpot ubetzedaka (verdad, juicio y justicia). |
Con inmenso amor,
Iosef Shemi
Rabino Mesianico
Matot (3)
Un pedido muy especial es hecho por las tribus de Reuben y Gad, quedarse sin cruzar el Iarden, río que dividía la travesía del pueblo y el ingreso a la Eretz Israel. Claro, en la larga travesía de cuarenta años, quedaba aún la conquista de la Tierra, y Reuben y Gad estaban dispuestos a ayudar a sus hermanos en la batalla, para luego volver a esta porción que habían solicitado.
El pedido fue realizado en función de que tenían demasiado ganado, y era mejor entonces que sus hijos y mujeres se queden cuidando el mismo.
Fue aceptado esto, pero se realizó una especie de contrato, tal que, volverían cuando finalice la conquista. Todo acto tiene su consecuencia, el no haber tomado parte directa de la Tierra, y al haber estado en el límite, los puso en contacto con ideas y culturas paganas, la idolatría llegó rápido a su seno, tal que en la época de la deportación, fueron los primeros en ser llevados de sus lugares de residencia.
En la medida que nos elevamos a lo Divino, todo bien nos es dado, y es aquí donde la sabiduría en la elección debe darnos la respuesta correcta.
Gad y Reuben, tenían el bien espiritual al recibir la Tora, luego recibieron bendiciones materiales y creyeron que estaban tan plenos que no necesitaban nada mas, sin darse cuenta que ambas cosas fueron dadas para el paso mas importante: ingresar en Eretz Israel. Mientras vamos caminando en la vivencia de Ratzon Adonai, la Voluntad de Di-s, nuestra vida se va llenando de plenitud, lo cual nos prepara para el fin y el fin no es ser benditos, sino vivir donde y como Di-s ha establecido, ya que la bendición es una consecuencia y no la meta. La vivencia del Mashiaj en nuestro ser, con nuestro ser y a través de nuestro nefesh (alma, espíritu), es la meta, allí reside la paz, la armonía y el equilibrio.
Recordemos las palabras de Yeshua HaMashiaj:”Vengan a mí los que están trabajados y cargados y yo lo haré descansar…”
Por ello es que el Mesías se revela y manifiesta en el plano mas elevado y a el debemos apuntar, ingresando en el tikun (reparación) de nuestro nefesh.
Con inmenso amor
Iosef Shemi
Rabino Mesiánico