Parasha Vaishlaj 5785

Tora: Bereishit, génesis, 32:4-36:43
Haftara: Hosheah, Oseas, 11:7-12:12
Masei Shelajim, Matitiahu, Mateo, 26:36-46

Iahacob se encuentra con Hesav, mientras uno surge el otro decrece. El temor y la angustia son los sentimientos que tuvo Iahacob, dicidió acciones previas al encuentro: dividió los campamentos, hizo tefila y envió presentes a Hesav.

Sin embargo, quedaba un paso más a completar por Iahacob, vencer su propia debilidad, por ello un ángel le fue enviado y lucharon aquella noche…Iahacob recibe un nuevo  nombre: Israel, que es quien contiende con ángeles y personas y vence.

Al amanecer, se encuentran Iahacob y Hesav, ya no hubo contienda sino que arreglaron que tierra ocuparía cada uno. Iahaco ascendió al grado de Israel, Hesav descendió al grado del poder físico: de él descenderán Amalek (que atacó a Israel por la retaguardia) y Magdiel (interpretado como el imperio romano).

Yeshua HaMashiaj atravesó las emociones de Iahacob y se coronó como el Príncipe de Israel, venció las fuerzas del poder físico inaugurando la Resurrección.

Ante toda situación que se nos presenta, debemos actuar como Iahacob, proteger el lugar que nos corresponde, hacer Tefila y ser cuidadosos en el trato con el otro, si logramos vencer los temores internos entonces veremos que la Luz Divina abre nuevas oportunidades para solucionar el hecho. La firmeza, la constancia y la seguridad, son claves en toda ocasión a resolver.

La promesa a Abraham, interpretado como la misericordia, se amplifica por la justicia que es Itzjak y se une a Iahacob que es la tefila, oración.

Con inmenso amor
Iosef Shemi
Rabino