Shemini – 5783

Tora: Vaikra, levítico, 9:1-11.47
Haftara: Shmuel II (2da Samuel) 6:1-19
Masei Shelajim, Hebreos 8:1-6

El octavo día de la consagración de los sacerdotes había llegado, Aharon ofreció sacrificios por él y por el servicio a HaShem, y el fuego del Cielo cayó sobre ellos.

Sus hijos, Nadav y Avihu, agregaron esh zara, un fuego extraño al altar, y luego el fuego del Cielo cayó sobre ellos, muriendo en el acto. Las posiciones sobre lo sucedido son varias, entre ellas que agregaron fuego que no debían hacerlo o que bebieron vino antes de realizar el servicio y por ello se prohibió beber antes de realizar las ofrendas… o que agregaron una mitzva que Moshe no dio.

El impacto fue muy grande, tanto que Aharon quedó en silencio y no comió de su propia ofrenda. HaShem ha puesto el camino sobre como proceder cuando le acercamos nuestra Havoda, servicio, y la aceptación de ello puede ser el atributo de justicia, el fuego, para colmarnos de Su Presencia o mostrarnos la no aceptación. El servicio de Yeshua HaMashiaj se orientó a que logremos el correcto sendero de la ofrenda que acerquemos, la cual incluye el bien al prójimo cuando vivimos la Tora y su silencio en nuestros errores, muestra que debemos recuperar la senda abandonada.

Siendo el Altar el espacio del corazón, todo queda grabado en él, que estemos puros y entregados al bien del Cread r , y seguro estará con nosotros el logro de la vida eterna.

Con inmenso amor
Iosef Shemi
Rabino