VAYAKEL – ויקהל
Haftara: 1de Reyes 7:40-60
Brit Jadasha: Hebreos 9:1-11
Y tomarás de Uds. , ofrenda para Adonai. Todo generoso de corazón la habrá de traer…
Con estas palabras, Adonai nos muestra la simpleza de su apertura: la construcción del Mishkan ( tabernáculo) no responde a una ofrenda obligatoria o con promesas de devolución divina, sino a la participación voluntaria de aquellos que quieren ser parte del proyecto.
Asimismo, los encargados de realizar las distintas partes, han sido preparados específicamente por Di-s con sabiduría e inteligencia.
La clave para que toda obra o proyecto llegue siempre a concretarse de manera correcta, es la unión de los dos de los dos mundos: el OLAM haze ( el mundo actual) y el OLAM Haba ( el mundo por venir).
Como podemos lograr esto?
Esta parasha nos da la clave: en todo proyecto se debe disponer de una medida de la necesidad frente a los medios imprescindibles para concretarlo, y la capacidad que tenemos para planificar y concretar.
Fue tanto el amor puesto por Bnei Israel, los Hijos de Israel, que se debió suspender la recolección de ofrendas. Así los encargados del proyecto, tuvieron la compasión de dirigir al pueblo y no apoderarse para beneficio propio, de elementos que no usarían.
Los conductores habían sido inspirados por Di-s, y respondían a ideales más que a metas propias e individuales.
Todo esto nos muestra que, un proyecto cimentado en el amor, y llevado adelante por amor, tiene grandes posibilidades de llegar a buen término.
Tanto es así, que dice el Midrash que el pueblo actuó tan rápido y tan bien, que los príncipes de cada tribu llegaron tarde a ofrecer su colaboración, y por ello ofrecieron elementos que el pueblo en general no tenía.
Lo que muestra que el logro no depende de los medios sino de la intención.
Con inmenso amor
Iosef Shemi
Rabino Mesiánico
VAYAKEL (2)
Luego del error de Israel en adorar al becerro de oro, y de que Adonai le entregue por segunda vez los aseret hadibrot (los diez mandamientos) a Moshe, comienza la construcción del Mishcan (Tabernáculo).
Previamente Moshe hace una referencia a no trabajar en Shabat ni encender fuego en él. Para la manera de escribir actual, suena reiterativo el contenido de casi toda esta Parasha, sin embargo era común en los textos de la antigüedad la reiteración de largas porciones de relatos, cuyo significado era simple: dar relevancia, mucha relevancia a lo que se narra. Entonces es reiterado toda la construcción del Mishcan, pero también la necesidad de recordar el Shabat.
Adonai pidió la construcción del tabernáculo a fin de morar en medio de Israel, en él se realizarían los sacrificios que expiarían del pecado voluntario o involuntario, además de las ofrendas que se deseen ofrecerle. ¿Por qué entonces se hacen mención del Shabat previo a las tareas de edificación? Podemos contestar que para que no se olviden aún en ese momento que el Mishcan y que sin expiación de culpas no hay descanso del alma.
Al leer la porción del Brit Jadasha de la semana, observaremos la idea de que el Mishcan, el Beit Hamikdash (Templo de Jerusalem) y todo el sistema sacrificial y sacerdotal apuntaban a la imagen de un sacrificio que trascendiera todas las barreras. Ese sacrificio, esa sangre vertida en el altar, fue la que derramó nuestro Mashiaj Yeshua inaugurando una nueva etapa en la revelación de Adonai, un pacto se ha renovado y solo con sangre es establecido.
Si seguimos con fe firme las enseñanzas del Mashiaj y nuestro corazón le recibe y le trata como si fuera un Mishcan, entonces el descanso de nuestra alma será en nosotros, sin mérito alguno, tan solo por el amor de Adonai.
Con inmenso amor
Iosef Shemi
Rabino Mesiánico
VAYAKEL (3)
Se comienza a recoger las ofrendas necesarias para la construcción del Mishkan, Tabernáculo, cuya construcción estará a cargo de aquellos hombres que han recibido de Adonai la sabiduría y el conocimiento para concretar la obra.
Si partimos de más de seiscientos mil hombres, y le sumamos mujeres y niños, tenemos frente a nosotros una enorme cantidad de personas que constituían el Pueblo de Israel, de ellos, Adonai busca los que en su corazón sienten que aportar bienes es elevar su corazón.
La búsqueda de este sentimiento no se relaciona con el valor de lo que se lleva para la construcción, sino con la intención de participar y completar la obra.
Otro dato muy importante que nos aporte este sector de la Tora es que no se recogía el dinero o los objetos, nadie pasaba pregonando en nombre de Moshe o de Di-s que a él se le debería entregar el bien, sino que por voluntad propia y por iniciativa propia los
Bnei Israel, Hijos de Israel, se acercaban a entregar sus aportes.
Tal vez este es el principio mayor del amor reflejado en la donación, ya que sin hacer estridencias ni llamar la atención, cada uno de aquellos que su corazón se elevaba, llevaban por el amor de compartir y participar, sus donaciones a los constructores.
Luego nos dirá la siguiente porción de la Tora, que fue tanto lo entregado que se debió pedir que ya no se llevaran más objetos.
Ahora bien, quien llevaba las donaciones el hombre o la mujer?
Aun esto nos es narrado como principio de aprendizaje, se nos dice que tanto hombres como mujeres aportaban individualmente, lo que implica igualdad social, intelectual y espiritual, ya que a ambos se les elevaba el corazón.
Claro hoy día, parece una obviedad, pero tres mil años atrás, era toda una novedad, igualar la condición total de la mujer y del hombre frente al Cread-r, sin distinciones, sin niveles, absoluta igualdad.
Entonces, cada vez que nos dispongamos a realizar actos de justicia, Tzedaka, sin importar el valor del objeto que lo produzca, deberíamos estar reflejando las enseñanzas de esta Parasha comprendiendo que cuando el bien es hecho, nuestro corazón se eleva a los Cielos, se acerca al Trono de Di-s, y somos medio para su Shejina ( Presencia).
Con inmenso amor
Iosef Shemi
Rabino Mesiánico